INTRODUCCIÓN
El presente trabajo propone una reflexión relacionada con la teoría micro política escolar, es decir, con las dinámicas políticas que se desarrollan dentro de las organizaciones escolares.
Para aquellos que trabajamos en una Institución educativa,
posiblemente el tema no nos resulta extraño; todos estamos implicados de una u
otra manera, con nuestras acciones o pasividad en las dinámicas políticas de la
organización. Es común en las conversaciones y relatos oír hablar de
"roscas", de "alianzas", de "conflictos", de
"presiones", "tensiones", "posturas distintas",
entre otros.
No obstante en la realidad diaria de las Instituciones
Educativas, las dinámicas micro políticas constituyen una dimensión familiar,
no alejada de la cotidianidad de la organización. Los teóricos de la
organización escolar, tan empeñados como han estado durante tantos años en
tratar de convencer de que las escuelas son organizaciones racionales, en las
que las cosas pueden funcionar con certidumbre, con racionalidad y con cierta
estabilidad, se han olvidado durante mucho tiempo en mirar qué es lo que pasa
dentro de las escuelas.
Al observar en detalle, nos hemos encontrado con un mundo
confuso, de imprevisibilidad, un mundo de personas que piensa, valora,
interpreta la realidad y acontecimientos en los que están inmersas, que se
relacionan unos con otros, que van configurando día a día esa organización; en
la que coexisten planteamientos desiguales, o se imponen determinados
discursos, o se lucha por mantener una determinada dinámica organizativa. Se
han encontrado, en definitiva, con que las cosas en las escuelas no son
lineales, no son siempre tan racionales como se presupone, no son mecánicas, y,
desde luego, no son la tranquilidad de la cual en algunos espacios se habla.
Los postulados desarrollados una vez revisada la teoría
micro política, no son ajenos a la realidad circundante en las Instituciones.
Dentro del municipio Puerto López-Meta-Colombia, se evidencia gran similitud de
los grupos humanos en referencia a la teoría micro política, lo cual permite
asimilar en forma amplia el entramado de relaciones que de una u otra forma
incide en el proceso de enseñanza de las Instituciones educativas.
El tema fundamental de este ensayo, trata de dar cuenta de
cuestiones tales como "juego político", "agendas ocultas",
"mafias organizativas" y “maquiavelismo” que están en el vocabulario
informal de las reuniones académicas. Para conocer la política educativa es
primordial reconocer que las instituciones escolares son campos de lucha, las
escuelas son organizaciones débilmente articuladas por tal situación son vistos
los directores como los principales responsables del control y gestión de estas
organizaciones.
DESARROLLO
Se define que la escuela tiene una relación con el sistema
económico y político de un país por consecuencia hay un juego de intereses
políticos e ideológicos que se mezclan
con lo educativo por eso utiliza el término “macro política", a la
relación que hay entre el interés, conflicto y poder de las instituciones
educativas; en lo particular lo denomina "micro política".
La micro política es
una dimensión fundamental del cambio escolar en general y, más específicamente,
un núcleo central de la mayoría de enfoques tratados sobre el tema de las
organizaciones escolares. Las escuelas y los sistemas escolares son
organizaciones políticas en las que el poder es una característica
organizativa. Ignorar las relaciones de poder y el sistema existente sería como
entrar a cambiar las dinámicas que son propias de los grupos humanos presentes
en la institución escolar.
En gran parte, las
acciones políticas resultan de las diferencias percibidas entre los individuos
y los grupos, unidas a la motivación por usar el poder para ejercer influencia
y/o proteger. Aunque tales acciones están motivadas consciente mente, cualquier
acción, consciente o inconscientemente motivada, puede tener una relevancia
política en una situación dada. Tanto las acciones cooperativas y conflictivas
como los procesos forman parte del dominio de las micro políticas"
La imagen política de la escuela se centra en los intereses
en conflicto entre los miembros de la organización. Estos, para lograr sus
intereses, emplean diferentes estrategias, como, por ejemplo, la creación de
alianzas y coaliciones y el compromiso para la acción.
Así pues, habría que evitar todo intento de clasificar a la
escuela en una única forma de control, ya que van a ser las políticas
mediatizadas por diversos intereses y valores determinados, por todo tipo de
luchas y presiones, las que concretarán la estructura de control en cada
momento.
En las Instituciones o centros educativos, los diferentes
grupos van elaborando las distintas reglas del juego que van estructurando
distintas formas de control en función de todo el entramado de intereses.
La micro-política está relacionada entre otros elementos
con; la ideología, la diversidad de metas, los intereses, las estrategias, la
lucha por el poder y el control, la toma de decisiones y los objetivos y
significados de la organización, por tal motivo se reconoce a la escuela como
un bastión político e ideológico.
Diversidad de Intereses
Las escuelas son organizaciones formadas por personas que,
como tal, disponen de sus propios intereses, valores, ideologías, metas, que en
muchas ocasiones no coinciden con las que oficialmente detenta la organización
en la que están inmersas.
En este juego de
intereses hay que tener en cuenta no solamente a los profesores, sino también a
los padres y a los alumnos y, en cierto modo los inspectores y los
profesionales de apoyo externos al centro
Observamos que los diversos intereses se concretan en
aquellas estrategias que cada grupo utiliza en función de cada circunstancia.
Siguiendo a Bacharach y Mundell (1993), podemos distinguir tres estrategias
esenciales que pueden utilizar estos grupos. En primer lugar, formar
coaliciones con otras personas o grupos que coincidan en los intereses, en cuyo
proceso entrarán en juego el poder de cada grupo y la compatibilidad de las
ideas de cada uno de ellos. Estos grupos cuando hacen coaliciones siempre hay
que analizarlas desde su provisionalidad, ya que se van reformulando y
reestructurando en relación a cómo se desarrollan los procesos micro políticos.
En segundo lugar, se puede entrar en negociaciones con otros grupos que tienen
intereses diferentes, pero que podemos encontrar su apoyo o colaboración.
Finalmente, el enfrentamiento, ya sea público o soterrado, encubierto en
procesos rutinarios o patente en grandes conflictos, constituye la tercera
estrategia.
Diversidad Ideológica
Integración, inclusión, exclusión, discriminación,
diferencia, diversidad, educación para todos, son palabras de uso frecuente en
políticas educativas.
Referirnos a esto nos lleva necesariamente a plantearnos que
la realidad compleja, posmoderna, globalizada, dinámica, cambiante en todos los
sentidos y aspectos, no es fácil de comprender y es un tema a ser analizado
desde una perspectiva filosófica integrando la dimensión social y política como
indispensable al hablar de educación.
En primer lugar, se refiere a las perspectivas y los
compromisos educativos de los profesores. Son las ideas sobre la práctica en el
aula, las relaciones entre el profesor y los alumnos y la enseñanza brindada a
éstos, que a menudo reposan en creencias más fundamentales sobre la justicia
social y los derechos humanos, y sobre los fines de la educación en la
sociedad.
Otro significado: usamos ideología para referirnos a ideas
de las que es posible demostrar que ocultan o resuelven aspectos problemáticos
de la vida social de un modo idealista o imaginario. En este sentido, las
explicaciones ideológicas sirven para asegurar la posición de los grupos
dominantes.
Poder en la Escuela
El poder es siempre una relación, que consiste en dirigir la
conducta del otro en una dirección determinada.
El concepto de poder incluye un vasto conjunto semántico o
arco de significados. Asociado con la violencia, atraviesa prácticas como el
dominio, el disciplinamiento y la coerción, pero también se expresa en
prácticas como la negociación o los acuerdos entre partes no simétricas. Hace
referencia a formas y contenidos respecto de la toma de decisiones que
involucran la interacción humana y con la naturaleza.
"La
micropolítica trata del poder, quién lo tiene, quién lo quiere y para qué
propósitos y cómo se usa para lograr las metas individuales y grupales"
(Anderson, G.; Blase, J., 1984: 109
La distinción entre autoridad e influencia, como dos tipos
de poder, tomada de Bacharach y Lawler (1982) la recoge Ball presentando la
influencia, junto con la oposición, como dos de los más importantes tipos y
bases de actividad política fuera de, o junto a, la estructura formal de la
escuela.
Esta interacción entre poder e influencia es muy interesante
y clave para entender las organizaciones educativas. Hay que resaltar que en
nuestras escuelas personas con poco poder pueden disponer de inmensa
influencia, por su acceso a la información, recursos u otras características,
lo que los convierte en detentadores de un poder real en el proceso. La distribución
de autoridad en una escuela no tiene que coincidir necesariamente con la
distribución del poder en ese lugar.
Hay tres posturas ideológicas, o modos clásicos que definen
el poder dentro del escuelas; el neo-maquiavelismo, el marxismo y el
weberianismo; la primera es una visión utilitaria de poder y control, la
segunda asegura el sistema educativo pretende mantener las desigualdades en un
sistema jerárquico que beneficia a la élite en el poder, y el tercero rompe con
la dialéctica orden-conflicto porque afirma que el orden igual que sociedad
está siendo negociado constantemente.
Las manifestaciones del poder en la escuela han sido
interpretadas insanas en la mayoría de las veces por la irresponsabilidad con
que se manejan los grupos por parte de quienes lo ostentan. Indudablemente los
órdenes de poder estarán siempre presentes. La recomendación es que se busque
la forma de conciliar los roles desempeñados entre autoridades y subordinados
que permitan la colaboración del personal en el enriquecimiento de la labor
educativa, convencidos de su participación, sin el sentimiento de ser obligados
a cumplir. Esto puede ser posible promoviendo educación en relaciones humanas,
en las que participen los implicados.
Esta labor debe estar a cargo de la secretaría de educación,
a través de cursos de capacitación continua, encaminados a mejorar las
relaciones laborales en las escuelas y que en el caso de los alumnos sean éstos
considerados como una oportunidad que tienen los maestros para la práctica de
una verdadera educación, basada siempre en el respeto a los valores humanos y
el aprecio a las diferencias de cada individuo que acude a la escuela, con el
propósito de formarse en valores y ser apreciado por lo que su ser representa:
una persona que merece respeto, comprensión y que exige ser educado.
El control de los Directores
El director recibe, al menos en teoría, una doble
legitimidad representando; tanto a la administración quien lo nombró, así como
a los intereses de la comunidad
El control lo ejercen los directores dentro de las escuelas,
su autoridad tiene un claro origen estructural que puede ser desde el mero
control hasta la coerción, su autoridad está sujeta siempre ha negociaciones y
disputas.
El control de los directores en las escuelas debe estar en
influenciada de la relación, la interacción y de la convicción de los demás
miembros de la institución para tomar alguna decisión que este encaminada al
desarrollo y no a la oposición de los demás.
En las escuelas públicas los directores deben dar cuentas tanto a los
administradores, estudiantes como a los padres de familia; el director es la
autoridad de la funcionalidad, el control y el poder de su plantel. Es
necesario que cree una relación de colaboración para la construcción de
proyectos pedagógicos que beneficie a la Institución.
Los directores al desarrollar un buen clima escolar crean
fuertes sentimientos de comunidad, lo cual promueve el respeto a la autoridad,
la confianza mutua, colegiabilidad entre el profesorado y, entre profesores y
alumnos. La creación de un buen clima académico concientiza la necesidad de
mejorar la escuela con el personal, incentiva a los profesores y alumnos para
promover la visión, misión de la escuela. Un buen ambiente escolar seguro y
ordenado se puede fomentar creando normas claras y congruentes, impulsando la
participación de los alumnos, pero sobretodo que el personal académico muestre
interés por la enseñanza y formación de los alumnos. De esta manera un buen
ambiente escolar motiva a que se reconozca el trabajo y esfuerzo de los
alumnos, también a que se observen las clases de los profesores y de esta forma
sugerirles cómo mejorar su instrucción y cómo abordar problemas.
El individualismo Docente
Los profesores son otro componente fundamental en la toma de
decisiones de los organismos educativos y se señala, que, estos se muestran con
indiferencia, con autonomía, no tienen costumbre de rendir cuentas de su
trabajo o actúan con cierto recelo a entrar a una dinámica participativa con la
organización educativa. Una situación peculiar,
es que los profesores en su mayoría no quieren inmiscuirse en las
actividades directivas.
Los profesores
tienen miedo a compartir sus ideas sobre la base que otros puedan robárselas o
sacar créditos y sus éxitos por temor de ser vistos alabando sus propios
actos. Los jóvenes o viejos tienen miedo
de pedir ayuda porque pueden ser percibidos como menos competentes. Otro fenómeno importante, es que los maestros
al impartir clases en otros centros educativos pierden pertenencia y se
consideran como trabajadores por su cuenta.
De manera general, el docente está habituado a trabajar
individualmente ya sea para elaborar su programación como para ponerlo en
ejecución. Trabaja en solitario, cuando la realidad nos está mostrando que las
instituciones de calidad se apoyan en equipos de trabajo altamente productivos.
Lo que proporciona grandes aspectos de la vida de la escuela, ayudando a
trabajar con esmero, donde hay dedicación y compromiso firme, existiendo una
responsabilidad colectiva.
¿Qué camino debemos elegir para que un docente sea un
verdadero promotor de cambio educativo?
Debemos liberarnos de todo prejuicio y dejar de lado la
práctica individualista tradicionalista que no nos conduce a lograr un cambio
en nuestra práctica docente. El docente
de hoy es aquel que se interesa en las escuelas por cambiar su práctica
educativa, respalda y valora lo que hace y sobre todo se integra a trabajar en
equipo con sus colegas influyendo preponderantemente en la calidad de la
enseñanza de los alumnos.
Es por ello, que debemos comenzar por derribar "el muro
del aislamiento" existente entre los docentes y la institución escolar. La
institución escolar junto con el sistema educativo en general (micro y macro)
tiene como tarea obligada conformar dentro de su sistema equipos altamente
efectivos que den como resultado la elevación de la calidad educativa a través
del servicio que ofrece el docente en todas sus áreas.
Qué bueno sería encontrar un momento, un espacio donde todos
los docentes podamos encontrarnos, abiertos al diálogo, compartiendo
experiencias, vivencias, lecturas, aportando ideas nuevas. Un espacio que nos
permita aprender del otro, modificar aspectos, pedir ayuda, dar ayuda,
confrontar, discernir, llegar a acuerdos, hacer propuestas, siempre pensando en
mejorar la educación, los aprendizajes, los valores.
Y en esto es importante considerar la intervención del
Estado propiciando, posibilitando la existencia de esos espacios y tiempos.
Padres de Familia y Estudiantes
Se señala que los otros autores inmiscuidos en esta
micro-política de las escuelas son los padres de familia y los alumnos, pero es
casi nula su presencia o consideración por parte de los directivos educativos,
los que sí tienen cierta presencia son los consejos escolares o comités de
padres.
Los padres de familia
tienen derecho a tener la oportunidad de criticar y opinar la educación que
reciben sus hijos en las reuniones que deben ser realizadas dependiendo al
horario que puedan asistir pues ellos son los mediadores entre la escuela de
aprendizaje y sus hijos que son educados en esa institución. Los padres
quieren, indudablemente, lo mejor para sus hijos. Pero lo mejor, nadie se lo va
a regalar, tienen que luchar para conseguirlo, y nada más efectivo que
participando en las actividades de las escuelas. Todo ello soportado por la
unidad, interna y externa de las familias, pues la unión hace la fuerza. Lo
opuesto es, divide y vencerás.
En su gran mayoría, los padres de familia tienen como
finalidad enviar a sus hijos a la Institución Educativa, porque considera que
si asiste, le irá mejor en su vida social, cultural y laboral más adelante.
Otro grupo de padres envía a sus hijos a la escuela con el objetivo de tener
quien se los cuide mientras ellos realizan actividades laborales.
En algunas escuelas la asistencia y participación es
prácticamente nula, lo que le manda un mensaje a los maestros y directores, de
que los padres no están interesados en la educación de sus hijos. No lleva a
ningún sitio, el que los padres digan: Que eduquen y enseñen a nuestros hijos
los maestros, que para eso les pagamos con nuestros impuestos. Los padres tienen
que balancear entre sacrificarse por sus hijos, participando en las reuniones y
actividades de la escuela, para mejorar su educación, o la gratificación
personal que les puede suponer estar al margen de la educación de sus hijos.
Los padres aceptan de buen grado una actitud flexible en lo
que se refiere a su trabajo, relación de pareja y amistades; pero exigen una
escuela que mantenga el rigor y la obediencia en sus hijos. Lo que sobre todo
agradecen a la escuela es la contención que ésta realiza del joven
manteniéndolo “entre cuatro paredes” protegido de enemigos tenebrosos. También
es notable el desprecio que manifiestan por los conocimientos a la hora de
defender a sus hijos ante un aplazamiento o cuando repiten el curso. En esos
casos no vacilan en desautorizar a quien sea con tal de evitar la pérdida.
Cuando los padres se involucran en las actividades de la
escuela, mejora la asistencia en la sala de clases, la conducta del niño, su
autoestima y se motivan a estudiar, mejora su aprovechamiento académico y
disminuye la participación en actividades nocivas.
Los estudiantes en un buen porcentaje utilizan las
instituciones educativas para encontrarse con sus amigos y “pasarla bien” sin
tener que asumir responsabilidades ni compromisos que por otra parte el sistema
educativo no le plantea con coherencia. Estos estudiantes no consideran
importante el estudio o este no llena sus expectativas por lo que no les
interesa inmiscuirse en las políticas trazadas por la Institución, en sus
conductas escolares aparecen la falta de interés, el facilismo, las actividades
lúdicas escapistas, el abandono personal, la falta de contracción al trabajo,
la irresponsabilidad, la mentira.
La educación dirigida a los jóvenes debe contar con
estrategias flexibles a las condiciones socio económicas del entorno en el cual
se desenvuelve. Es un tema bastante
debatido en la actualidad, ya que venimos de una sociedad acostumbrada a que
solo unos pocos tenemos el derecho a asistir a una escuela, pero si le damos
otra mirada debemos adaptarnos para mejorar las condiciones de vida de las
personas que tienen diferencias tanto físicas, sociales como culturales. Ha
sido un trabajo continuo que requiere de una sensibilización pensada en la
oportunidad que tienen todos los seres humanos de hacer valer sus
derechos. Desde el mismo plan de
mejoramiento se deben incluir proyectos articulados al PEI que den respuesta a
las demandas regidas por el Estado.
Conclusión
La política no es solamente un aspecto fundamental de la
vida de los centros; es también un aspecto fundamental para el cambio.
No solamente el enfoque micro político es inevitable,
aconsejable e ineludible para los líderes de las escuelas, sino que es
INHERENTE a los procesos que se producen en ellas.
Hay que reconocer el papel político e ideológico que
desempeñan las escuelas en las
dimensiones sociales, culturales y económicas
Las escuelas como organizaciones, no pueden ser consideradas
independientes del entorno.
En los centros escolares, las distantes relaciones entre los
diferentes actores (Directivos,
docentes, estudiantes y padres de familia) hacen que haya menos participación.
El poder en la escuela es visto como dominación y como algo
desigualmente repartido. Esto no puede
seguir así, ya que todos los actores que intervienen en esta organización deben
participar en forma conjunta.
La educación no solo depende de asistir a la escuela y
memorizarse todos los datos proporcionados, no depende solo del gobierno, ni
solo de los maestros o padres de familia. La educación es un trabajo en
conjunto de servidores públicos y sociedad, pero sobre todo es un acto de conciencia
y de responsabilidad que todos debemos adoptar para lograr nuestro desarrollo
como país y alcanzar una mejor calidad de vida.
Desafortunadamente, la educación debe apegarse a las
políticas educativas impuestas por el gobierno cuando éstas debieran formularse
y surgir desde el aula y su realidad.
El seguir copiando modelos educativos de otros países y
sobre todo continuar haciendo lo que nos marca la OCDE no nos solucionarán los
problemas educativos. Debemos ser capaces de diseñar y desarrollar el modelo educativo donde se tome en cuenta las necesidades
regionales y locales de los educandos.
Las evaluaciones que
se han hecho en el transcurso de los años (maestros y alumnos) no ha ayudado a
mejorar los resultados, sino más bien a estigmatizado a las escuelas, maestros
y a los alumnos. Solo ha dado muestra de la situación actual de nuestro sistema
educativo, es decir nos muestran las consecuencias del problema de la
educación, como la baja calidad y cobertura, pero no nos proporciona
información sobre las verdaderas causas que nos han llevado a esta situación,
sino que nos hacen responsables a los docentes del problema educativo.
En este ensayo, se abordan algunas cuestiones relacionadas con la micro política escolar, es decir con las dinámicas políticas que ocurren dentro de la escuela.
ResponderEliminarAdmitir que en las organizaciones escolares se desarrollan relaciones y procesos micro políticos, supone admitir que las escuelas no son estructuras racionales con metas claras y consensuadas capaces de orientar linealmente la acción de sus miembros, sino organizaciones formadas por personas y grupos con intereses distintos que, de forma más o menos explícita luchan porque éstas lleguen a formar parte de la definición y propósitos de la organización.
La micro política escolar, trata de dar cuenta de aquellos aspectos interactivos, dialécticos, conflictivos, estratégicos, ideológicos, etc. de la vida organizativa relativos al uso y manejo del poder en las escuelas.