domingo, 22 de mayo de 2016

Teoría y Práctica de la Micro política en las Organizaciones Escolares

INTRODUCCIÓN



El presente trabajo propone una reflexión relacionada con la teoría micro política escolar, es decir, con las dinámicas políticas que se desarrollan dentro de las organizaciones escolares.
Para aquellos que trabajamos en una Institución educativa, posiblemente el tema no nos resulta extraño; todos estamos implicados de una u otra manera, con nuestras acciones o pasividad en las dinámicas políticas de la organización. Es común en las conversaciones y relatos oír hablar de "roscas", de "alianzas", de "conflictos", de "presiones", "tensiones", "posturas distintas", entre otros.

No obstante en la realidad diaria de las Instituciones Educativas, las dinámicas micro políticas constituyen una dimensión familiar, no alejada de la cotidianidad de la organización. Los teóricos de la organización escolar, tan empeñados como han estado durante tantos años en tratar de convencer de que las escuelas son organizaciones racionales, en las que las cosas pueden funcionar con certidumbre, con racionalidad y con cierta estabilidad, se han olvidado durante mucho tiempo en mirar qué es lo que pasa dentro de las escuelas.

Al observar en detalle, nos hemos encontrado con un mundo confuso, de imprevisibilidad, un mundo de personas que piensa, valora, interpreta la realidad y acontecimientos en los que están inmersas, que se relacionan unos con otros, que van configurando día a día esa organización; en la que coexisten planteamientos desiguales, o se imponen determinados discursos, o se lucha por mantener una determinada dinámica organizativa. Se han encontrado, en definitiva, con que las cosas en las escuelas no son lineales, no son siempre tan racionales como se presupone, no son mecánicas, y, desde luego, no son la tranquilidad de la cual en algunos espacios se habla.

Los postulados desarrollados una vez revisada la teoría micro política, no son ajenos a la realidad circundante en las Instituciones. Dentro del municipio Puerto López-Meta-Colombia, se evidencia gran similitud de los grupos humanos en referencia a la teoría micro política, lo cual permite asimilar en forma amplia el entramado de relaciones que de una u otra forma incide en el proceso de enseñanza de las Instituciones educativas.
El tema fundamental de este ensayo, trata de dar cuenta de cuestiones tales como "juego político", "agendas ocultas", "mafias organizativas" y “maquiavelismo” que están en el vocabulario informal de las reuniones académicas. Para conocer la política educativa es primordial reconocer que las instituciones escolares son campos de lucha, las escuelas son organizaciones débilmente articuladas por tal situación son vistos los directores como los principales responsables del control y gestión de estas organizaciones.


DESARROLLO
 
Se define que la escuela tiene una relación con el sistema económico y político de un país por consecuencia hay un juego de intereses políticos  e ideológicos que se mezclan con lo educativo por eso utiliza el término “macro política", a la relación que hay entre el interés, conflicto y poder de las instituciones educativas; en lo particular lo denomina "micro política".

La micro política  es una dimensión fundamental del cambio escolar en general y, más específicamente, un núcleo central de la mayoría de enfoques tratados sobre el tema de las organizaciones escolares. Las escuelas y los sistemas escolares son organizaciones políticas en las que el poder es una característica organizativa. Ignorar las relaciones de poder y el sistema existente sería como entrar a cambiar las dinámicas que son propias de los grupos humanos presentes en la institución escolar.

 En gran parte, las acciones políticas resultan de las diferencias percibidas entre los individuos y los grupos, unidas a la motivación por usar el poder para ejercer influencia y/o proteger. Aunque tales acciones están motivadas consciente mente, cualquier acción, consciente o inconscientemente motivada, puede tener una relevancia política en una situación dada. Tanto las acciones cooperativas y conflictivas como los procesos forman parte del dominio de las micro políticas"

La imagen política de la escuela se centra en los intereses en conflicto entre los miembros de la organización. Estos, para lograr sus intereses, emplean diferentes estrategias, como, por ejemplo, la creación de alianzas y coaliciones y el compromiso para la acción.
Así pues, habría que evitar todo intento de clasificar a la escuela en una única forma de control, ya que van a ser las políticas mediatizadas por diversos intereses y valores determinados, por todo tipo de luchas y presiones, las que concretarán la estructura de control en cada momento.

En las Instituciones o centros educativos, los diferentes grupos van elaborando las distintas reglas del juego que van estructurando distintas formas de control en función de todo el entramado de intereses.

La micro-política está relacionada entre otros elementos con; la ideología, la diversidad de metas, los intereses, las estrategias, la lucha por el poder y el control, la toma de decisiones y los objetivos y significados de la organización, por tal motivo se reconoce a la escuela como un bastión político e ideológico.

Diversidad de Intereses

Las escuelas son organizaciones formadas por personas que, como tal, disponen de sus propios intereses, valores, ideologías, metas, que en muchas ocasiones no coinciden con las que oficialmente detenta la organización en la que están inmersas.
 En este juego de intereses hay que tener en cuenta no solamente a los profesores, sino también a los padres y a los alumnos y, en cierto modo los inspectores y los profesionales de apoyo externos al centro

Observamos que los diversos intereses se concretan en aquellas estrategias que cada grupo utiliza en función de cada circunstancia. Siguiendo a Bacharach y Mundell (1993), podemos distinguir tres estrategias esenciales que pueden utilizar estos grupos. En primer lugar, formar coaliciones con otras personas o grupos que coincidan en los intereses, en cuyo proceso entrarán en juego el poder de cada grupo y la compatibilidad de las ideas de cada uno de ellos. Estos grupos cuando hacen coaliciones siempre hay que analizarlas desde su provisionalidad, ya que se van reformulando y reestructurando en relación a cómo se desarrollan los procesos micro políticos. En segundo lugar, se puede entrar en negociaciones con otros grupos que tienen intereses diferentes, pero que podemos encontrar su apoyo o colaboración. Finalmente, el enfrentamiento, ya sea público o soterrado, encubierto en procesos rutinarios o patente en grandes conflictos, constituye la tercera estrategia.

Diversidad Ideológica

Integración, inclusión, exclusión, discriminación, diferencia, diversidad, educación para todos, son palabras de uso frecuente en políticas educativas.

Referirnos a esto nos lleva necesariamente a plantearnos que la realidad compleja, posmoderna, globalizada, dinámica, cambiante en todos los sentidos y aspectos, no es fácil de comprender y es un tema a ser analizado desde una perspectiva filosófica integrando la dimensión social y política como indispensable al hablar de educación.

En primer lugar, se refiere a las perspectivas y los compromisos educativos de los profesores. Son las ideas sobre la práctica en el aula, las relaciones entre el profesor y los alumnos y la enseñanza brindada a éstos, que a menudo reposan en creencias más fundamentales sobre la justicia social y los derechos humanos, y sobre los fines de la educación en la sociedad.

Otro significado: usamos ideología para referirnos a ideas de las que es posible demostrar que ocultan o resuelven aspectos problemáticos de la vida social de un modo idealista o imaginario. En este sentido, las explicaciones ideológicas sirven para asegurar la posición de los grupos dominantes.

 Poder en la Escuela

El poder es siempre una relación, que consiste en dirigir la conducta del otro en una dirección determinada.

El concepto de poder incluye un vasto conjunto semántico o arco de significados. Asociado con la violencia, atraviesa prácticas como el dominio, el disciplinamiento y la coerción, pero también se expresa en prácticas como la negociación o los acuerdos entre partes no simétricas. Hace referencia a formas y contenidos respecto de la toma de decisiones que involucran la interacción humana y con la naturaleza.

 "La micropolítica trata del poder, quién lo tiene, quién lo quiere y para qué propósitos y cómo se usa para lograr las metas individuales y grupales" (Anderson, G.; Blase, J., 1984: 109

La distinción entre autoridad e influencia, como dos tipos de poder, tomada de Bacharach y Lawler (1982) la recoge Ball presentando la influencia, junto con la oposición, como dos de los más importantes tipos y bases de actividad política fuera de, o junto a, la estructura formal de la
escuela.
Esta interacción entre poder e influencia es muy interesante y clave para entender las organizaciones educativas. Hay que resaltar que en nuestras escuelas personas con poco poder pueden disponer de inmensa influencia, por su acceso a la información, recursos u otras características, lo que los convierte en detentadores de un poder real en el proceso. La distribución de autoridad en una escuela no tiene que coincidir necesariamente con la distribución del poder en ese lugar.

Hay tres posturas ideológicas, o modos clásicos que definen el poder dentro del escuelas; el neo-maquiavelismo, el marxismo y el weberianismo; la primera es una visión utilitaria de poder y control, la segunda asegura el sistema educativo pretende mantener las desigualdades en un sistema jerárquico que beneficia a la élite en el poder, y el tercero rompe con la dialéctica orden-conflicto porque afirma que el orden igual que sociedad está siendo negociado constantemente.

Las manifestaciones del poder en la escuela han sido interpretadas insanas en la mayoría de las veces por la irresponsabilidad con que se manejan los grupos por parte de quienes lo ostentan. Indudablemente los órdenes de poder estarán siempre presentes. La recomendación es que se busque la forma de conciliar los roles desempeñados entre autoridades y subordinados que permitan la colaboración del personal en el enriquecimiento de la labor educativa, convencidos de su participación, sin el sentimiento de ser obligados a cumplir. Esto puede ser posible promoviendo educación en relaciones humanas, en las que participen los implicados.
Esta labor debe estar a cargo de la secretaría de educación, a través de cursos de capacitación continua, encaminados a mejorar las relaciones laborales en las escuelas y que en el caso de los alumnos sean éstos considerados como una oportunidad que tienen los maestros para la práctica de una verdadera educación, basada siempre en el respeto a los valores humanos y el aprecio a las diferencias de cada individuo que acude a la escuela, con el propósito de formarse en valores y ser apreciado por lo que su ser representa: una persona que merece respeto, comprensión y que exige ser educado.

El control de los Directores

El director recibe, al menos en teoría, una doble legitimidad representando; tanto a la administración quien lo nombró, así como a los intereses de la comunidad

El control lo ejercen los directores dentro de las escuelas, su autoridad tiene un claro origen estructural que puede ser desde el mero control hasta la coerción, su autoridad está sujeta siempre ha negociaciones y disputas.  

El control de los directores en las escuelas debe estar en influenciada de la relación, la interacción y de la convicción de los demás miembros de la institución para tomar alguna decisión que este encaminada al desarrollo y no a la oposición de los demás.  En las escuelas públicas los directores deben dar cuentas tanto a los administradores, estudiantes como a los padres de familia; el director es la autoridad de la funcionalidad, el control y el poder de su plantel. Es necesario que cree una relación de colaboración para la construcción de proyectos pedagógicos que beneficie a la Institución.

Los directores al desarrollar un buen clima escolar crean fuertes sentimientos de comunidad, lo cual promueve el respeto a la autoridad, la confianza mutua, colegiabilidad entre el profesorado y, entre profesores y alumnos. La creación de un buen clima académico concientiza la necesidad de mejorar la escuela con el personal, incentiva a los profesores y alumnos para promover la visión, misión de la escuela. Un buen ambiente escolar seguro y ordenado se puede fomentar creando normas claras y congruentes, impulsando la participación de los alumnos, pero sobretodo que el personal académico muestre interés por la enseñanza y formación de los alumnos. De esta manera un buen ambiente escolar motiva a que se reconozca el trabajo y esfuerzo de los alumnos, también a que se observen las clases de los profesores y de esta forma sugerirles cómo mejorar su instrucción y cómo abordar problemas.

El individualismo Docente

Los profesores son otro componente fundamental en la toma de decisiones de los organismos educativos y se señala, que, estos se muestran con indiferencia, con autonomía, no tienen costumbre de rendir cuentas de su trabajo o actúan con cierto recelo a entrar a una dinámica participativa con la organización educativa. Una situación peculiar,  es que los profesores en su mayoría no quieren inmiscuirse en las actividades directivas.

  Los profesores tienen miedo a compartir sus ideas sobre la base que otros puedan robárselas o sacar créditos y sus éxitos por temor de ser vistos alabando sus propios actos.  Los jóvenes o viejos tienen miedo de pedir ayuda porque pueden ser percibidos como menos competentes.  Otro fenómeno importante, es que los maestros al impartir clases en otros centros educativos pierden pertenencia y se consideran como trabajadores por su cuenta.

De manera general, el docente está habituado a trabajar individualmente ya sea para elaborar su programación como para ponerlo en ejecución. Trabaja en solitario, cuando la realidad nos está mostrando que las instituciones de calidad se apoyan en equipos de trabajo altamente productivos. Lo que proporciona grandes aspectos de la vida de la escuela, ayudando a trabajar con esmero, donde hay dedicación y compromiso firme, existiendo una responsabilidad colectiva.

¿Qué camino debemos elegir para que un docente sea un verdadero promotor de cambio educativo?

Debemos liberarnos de todo prejuicio y dejar de lado la práctica individualista tradicionalista que no nos conduce a lograr un cambio en nuestra práctica docente.  El docente de hoy es aquel que se interesa en las escuelas por cambiar su práctica educativa, respalda y valora lo que hace y sobre todo se integra a trabajar en equipo con sus colegas influyendo preponderantemente en la calidad de la enseñanza de los alumnos.

Es por ello, que debemos comenzar por derribar "el muro del aislamiento" existente entre los docentes y la institución escolar. La institución escolar junto con el sistema educativo en general (micro y macro) tiene como tarea obligada conformar dentro de su sistema equipos altamente efectivos que den como resultado la elevación de la calidad educativa a través del servicio que ofrece el docente en todas sus áreas.
Qué bueno sería encontrar un momento, un espacio donde todos los docentes podamos encontrarnos, abiertos al diálogo, compartiendo experiencias, vivencias, lecturas, aportando ideas nuevas. Un espacio que nos permita aprender del otro, modificar aspectos, pedir ayuda, dar ayuda, confrontar, discernir, llegar a acuerdos, hacer propuestas, siempre pensando en mejorar la educación, los aprendizajes, los valores.
Y en esto es importante considerar la intervención del Estado propiciando, posibilitando la existencia de esos espacios y tiempos.

Padres de Familia y Estudiantes

Se señala que los otros autores inmiscuidos en esta micro-política de las escuelas son los padres de familia y los alumnos, pero es casi nula su presencia o consideración por parte de los directivos educativos, los que sí tienen cierta presencia son los consejos escolares o comités de padres.

 Los padres de familia tienen derecho a tener la oportunidad de criticar y opinar la educación que reciben sus hijos en las reuniones que deben ser realizadas dependiendo al horario que puedan asistir pues ellos son los mediadores entre la escuela de aprendizaje y sus hijos que son educados en esa institución. Los padres quieren, indudablemente, lo mejor para sus hijos. Pero lo mejor, nadie se lo va a regalar, tienen que luchar para conseguirlo, y nada más efectivo que participando en las actividades de las escuelas. Todo ello soportado por la unidad, interna y externa de las familias, pues la unión hace la fuerza. Lo opuesto es, divide y vencerás.

En su gran mayoría, los padres de familia tienen como finalidad enviar a sus hijos a la Institución Educativa, porque considera que si asiste, le irá mejor en su vida social, cultural y laboral más adelante. Otro grupo de padres envía a sus hijos a la escuela con el objetivo de tener quien se los cuide mientras ellos realizan actividades laborales.

En algunas escuelas la asistencia y participación es prácticamente nula, lo que le manda un mensaje a los maestros y directores, de que los padres no están interesados en la educación de sus hijos. No lleva a ningún sitio, el que los padres digan: Que eduquen y enseñen a nuestros hijos los maestros, que para eso les pagamos con nuestros impuestos. Los padres tienen que balancear entre sacrificarse por sus hijos, participando en las reuniones y actividades de la escuela, para mejorar su educación, o la gratificación personal que les puede suponer estar al margen de  la educación de sus hijos.

Los padres aceptan de buen grado una actitud flexible en lo que se refiere a su trabajo, relación de pareja y amistades; pero exigen una escuela que mantenga el rigor y la obediencia en sus hijos. Lo que sobre todo agradecen a la escuela es la contención que ésta realiza del joven manteniéndolo “entre cuatro paredes” protegido de enemigos tenebrosos. También es notable el desprecio que manifiestan por los conocimientos a la hora de defender a sus hijos ante un aplazamiento o cuando repiten el curso. En esos casos no vacilan en desautorizar a quien sea con tal de evitar la pérdida.

Cuando los padres se involucran en las actividades de la escuela, mejora la asistencia en la sala de clases, la conducta del niño, su autoestima y se motivan a estudiar, mejora su aprovechamiento académico y disminuye la participación en actividades nocivas.

Los estudiantes en un buen porcentaje utilizan las instituciones educativas para encontrarse con sus amigos y “pasarla bien” sin tener que asumir responsabilidades ni compromisos que por otra parte el sistema educativo no le plantea con coherencia. Estos estudiantes no consideran importante el estudio o este no llena sus expectativas por lo que no les interesa inmiscuirse en las políticas trazadas por la Institución, en sus conductas escolares aparecen la falta de interés, el facilismo, las actividades lúdicas escapistas, el abandono personal, la falta de contracción al trabajo, la irresponsabilidad, la mentira.

La educación dirigida a los jóvenes debe contar con estrategias flexibles a las condiciones socio económicas del entorno en el cual se desenvuelve.  Es un tema bastante debatido en la actualidad, ya que venimos de una sociedad acostumbrada a que solo unos pocos tenemos el derecho a asistir a una escuela, pero si le damos otra mirada debemos adaptarnos para mejorar las condiciones de vida de las personas que tienen diferencias tanto físicas, sociales como culturales. Ha sido un trabajo continuo que requiere de una sensibilización pensada en la oportunidad que tienen todos los seres humanos de hacer valer sus derechos.  Desde el mismo plan de mejoramiento se deben incluir proyectos articulados al PEI que den respuesta a las demandas regidas por el Estado.

Conclusión

La política no es solamente un aspecto fundamental de la vida de los centros; es también un aspecto fundamental para el cambio.

No solamente el enfoque micro político es inevitable, aconsejable e ineludible para los líderes de las escuelas, sino que es INHERENTE a los procesos que se producen en ellas.

Hay que reconocer el papel político e ideológico que desempeñan las escuelas en  las dimensiones sociales, culturales y económicas

Las escuelas como organizaciones, no pueden ser consideradas independientes del entorno.

En los centros escolares, las distantes relaciones entre los diferentes actores  (Directivos, docentes, estudiantes y padres de familia) hacen que haya menos participación.

El poder en la escuela es visto como dominación y como algo desigualmente repartido.  Esto no puede seguir así, ya que todos los actores que intervienen en esta organización deben participar en forma conjunta.

La educación no solo depende de asistir a la escuela y memorizarse todos los datos proporcionados, no depende solo del gobierno, ni solo de los maestros o padres de familia. La educación es un trabajo en conjunto de servidores públicos y sociedad, pero sobre todo es un acto de conciencia y de responsabilidad que todos debemos adoptar para lograr nuestro desarrollo como país y alcanzar una mejor calidad de vida.

Desafortunadamente, la educación debe apegarse a las políticas educativas impuestas por el gobierno cuando éstas debieran formularse y  surgir desde el aula y su realidad.

El seguir copiando modelos educativos de otros países y sobre todo continuar haciendo lo que nos marca la OCDE no nos solucionarán los problemas educativos. Debemos ser capaces de diseñar y desarrollar  el modelo educativo  donde se tome en cuenta las necesidades regionales y locales de los educandos.

 Las evaluaciones que se han hecho en el transcurso de los años (maestros y alumnos) no ha ayudado a mejorar los resultados, sino más bien a estigmatizado a las escuelas, maestros y a los alumnos. Solo ha dado muestra de la situación actual de nuestro sistema educativo, es decir nos muestran las consecuencias del problema de la educación, como la baja calidad y cobertura, pero no nos proporciona información sobre las verdaderas causas que nos han llevado a esta situación, sino que nos hacen responsables a los docentes del problema educativo.


1 comentario:

  1. En este ensayo, se abordan algunas cuestiones relacionadas con la micro política escolar, es decir con las dinámicas políticas que ocurren dentro de la escuela.
    Admitir que en las organizaciones escolares se desarrollan relaciones y procesos micro políticos, supone admitir que las escuelas no son estructuras racionales con metas claras y consensuadas capaces de orientar linealmente la acción de sus miembros, sino organizaciones formadas por personas y grupos con intereses distintos que, de forma más o menos explícita luchan porque éstas lleguen a formar parte de la definición y propósitos de la organización.
    La micro política escolar, trata de dar cuenta de aquellos aspectos interactivos, dialécticos, conflictivos, estratégicos, ideológicos, etc. de la vida organizativa relativos al uso y manejo del poder en las escuelas.

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